El gobierno argentino participó de funeral de cura que trabajo en Bajo Flores

Se trató del fallecimiento del cura Padre Ferenc Jalics, y por esa razón la Cancillería argentina se hizo presente hoy en la Iglesia Jesuita del Sagrado Corazón de Budapest durante la Misa de Luto y funeral del religioso fallecido en esa ciudad a los 93 años de destacad trabajo por los más pobres

El sacerdote jesuita Francisco Jalics, quien cobró notoriedad en la Argentina cuando fue secuestrado por fuerzas militares durante la dictadura de 1976. Permaneció desaparecido cinco meses, junto a su compañero Orlando Yorio, en momentos en que el padre Jorge Bergoglio –hoy Papa Francisco- era el superior provincial de la orden religiosa en la región.

“El canciller Felipe Solá envió un mensaje a la ilustre ceremonia a través del embajador argentino en Hungría, Hernán Patiño Mayer, presente en la ceremonia. El mensaje fue leído al finalizar la misa y antes de la ceremonia de inhumación”, se consignó en un comunicado.

Jalics vivió varios años en la Argentina ejerciendo su ministerio sacerdotal y enseñando Teología. Asumió su compromiso cristiano con los más necesitados en la villa de Bajo Flores, junto con su hermano en el sacerdocio y por entonces también jesuita, Orlando Yorio.

En Bajo Flores fueron secuestrados, torturados y desaparecidos durante cinco meses por la última dictadura cívico militar, y como consecuencia de las denuncias y reclamos nacionales e internacionales, fueron finalmente liberados.

Los religiosos de fueron de Argentina y desde 1978 Jalics vivió en Alemania, donde dirigió un centro de ejercicios espirituales y desarrolló el valor teológico de la meditación.

“Nos unimos con nuestras oraciones a todos los presentes, a su familia y a los integrantes de la orden fundada por San Ignacio de Loyola, para que este ilustre sacerdote descanse en paz, en la presencia de Dios Nuestro Señor, por toda la eternidad”, afirmó Solá en el mensaje enviado.

Solá destacó que “la presencia en esta ceremonia del embajador argentino en Hungría es una muestra del reconocimiento a la trayectoria del Padre Jalics por sus escritos teológicos y ejercicios espirituales y muy especialmente por su compromiso con los excluidos” y agregó “Pero es también una muestra de nuestro más absoluto repudio al Terrorismo de Estado que imperó en nuestra patria desde 1976 hasta la recuperación de la democracia en 1983”, subrayó el jefe de la diplomacia argentina.